17/9/08

CUIDADO RICOS BASTARDOS! - Class War, una historia sobre punk y Lucha de Clases.

Este texto fue tomado del libro "El Asalto a la Cultura, corrientes utópicas desde el letrismo a Class War", un libro que se dedica a indagar en la historia de grupos artístico ofensivo ligados a la lucha revolucionaria. El libro en realidad no tiene mucho brillo, y te puedes saltar varios capítulos por insulsos y poco importantes, aunque el recorrido histórico por los grupos pre y post Situacionistas expone una buena cantidad de información histórica. He decidido transcribir este capítulo dedicado a Class War, un colectivo y periódico anarquista inglés que durante los 80 tomó parte de la cultura punk y la direccionó en diversas campañas de ataque a los burgueses y a la sociedad inglesa en general. Class War llamó la atención de toda la prensa inglesa, pero como todo movimiento que conlleva tras de sí una propuesta de ofensa a los cánones morales, artísticos y sociales, fue absorvido por las palabrerías de la prensa y por su propia transformación que le llevó a disolverse.
Una historia de punk metido en el frente de lucha, en la Inglaterra de los 80.
Como he sido yo mismo quién transcribió el texto me he tomado la libertad de hacer ciertos cambios, mas que nada en el uso de ciertas palabras que, por ser modismos españoles, a veces no encuentras un significado certero en nuestro lenguaje.



A muchos observadores les pareció que Class War surgió de la nada. En los años que median entre la aparición del primer diario Class War, en 1983, y el otoño caliente del 85, los medios de masas británicos empezaron a informar sobre una "amenaza anarquista", que venía a ser el equivalente de otros miedos- a-los-rojos.

Por primera vez desde las bombas colocadas por la Angry Brigade (Brigada de la Cólera) se percibía el Anarquismo como una amenaza al establishment británico.

Class War se coló muy rápidamente en las noticias y, como suele suceder, la investigación periodistica sirvió mas para mistificar que para arrojar luz sobre los orígenes culturales, políticos y sociales del grupo.

El primer número de Class War mostraba en su portada una foto de dos señoritos muy bien cuidados acompañado de un texto que decía "Ahora es el momento de que todo piojoso se arme de un revolver o un buen cuchillo de monte y se dedique a esperar afuera de las casas de los ricos a alguno que salga para dispararle o acuchillarle hasta la muerte". Se parafraseaba así un discurso a los pobres de Chicago pronunciado por la anarquista del siglo XIX Lucy Parsons. El colectivo Class War estaba compuesto por anarquistas de toda la vida que conocían bien la historia del movimiento y estaban decididos a aplicarla en la producción de propaganda.

Ian Bone, un importante miembro del movimiento, había sido cantante del grupo punk Living Legends, así como el cerebro de "The Scorcher", un periodico de agitación del sur de Gales. Una selección de calientacabezas de Londres y del sur de Gales componían el resto del colectivo Class War. Mas tarde se les uniría un grupo de chiflados que convivían en una gran casa en Islington, al norte de Londres. Este grupo había estado metido en movidas anarcas desde hacía mas de una decada, y realizaba la edición de "Authority", una revista satírica que circuló a finales de los 70, la contraportada del primer número mostraba un desfile fascista acompañado del texto "Al Frente Nacional le gusta tanto Gran Bretaña como a los anarquistas España". Con class War este tipo de humor negro se vería reforzado.

En sus primeros tiempos Class War no buscó una base en el movimiento obrero tradicional, mas bien encontró sus mejores canteras entre la juventud descontenta, su propaganda estaba diseñada para atraer al ala mas radical del movimiento punk.

Un texto titulado "No importa... a tomar por culo", extraído de uno de los primeros números del periódico del grupo, serviría para ilustrar esta tendencia:

Bob dylan se hizo rico con las miserias y las frustraciones de los jóvenes de clase media de los 60; Mc Laren y el punk se hiceron ricos con las miserias y las frustraciones de la juventud obrera. El punk salvó la industria de la música (...) Al enfatizar la energía y la agresión, el punk le metió una patada en el culo a los grupos merengosos de los 70'. Pero para la clase obrera lo importante era centrarse en las risas a cuenta de todos esos pedorros aburridos del establishment británico. "God Save The Queen" y "Anarchy in the UK" han sido número uno; y a los mandamases del rock se les ha nombrado "caballeros" por sus servicios a los beneficios. Sería una broma y una señal de lo despistados que estám los tipos que controlan el show, de no ser porque la broma es acerca de nosotros. Las tendencias musicales y los periodicos sobre música son el ejemplo mas claro de como funciona el mercado moderno, de acuerdo con el principio "si algo es chocante, vende". El cabreo obrero, vía refrito que hace Mc Laren de la cultura de los 60' parece buen negocio.

Los viejos punks dicen que los Clash, los Stranglers, etc., se han vendido a las grandes compañías de dicos, como lo autónomos dicen que los sindicatos han vendido las huelgas (...) A los poderosos les da igual que te les vendas como héroes o antihéroes, siempre que el negocio funcione. Oi rechazó esto volviendo a las raíces, pero todo a las finales acabó haciéndose un lío. Aunque se basaba en elementos reales de la cultura de clase, han sucumbido a la adoración de las fuerzas armadas y el voto laborista (N.del E.: Oi es igual a OI!, música que desarrollaron los rude boys y mobs modernos de la new wave punk, llamados skinheads, a principios de los 80').

El único grupo que ha llevado adelante una línea de música y política ha sido CRASS. Han hecho mas por difundir las ideas anarquistas que el mismo Kropotkin; pero su discurso político está lleno de mierda, acentuando el pacifismo y el escapismo rural han evitado la evidencia de que en las ciudades la oposición significa confrontación y violencia si se pretende llegar a alguna parte.

Por fin parece que surgen grupos que rechazan huir del aburrimiento de la clase obrera via la fama y el dinero-del- grupo- de -rock, al igual que se rechaza la via de escape de los grandes sindicatos o el partido laborista. Muy interesados en cargarse el show y a aquellos que lo llevan, han supuesto una toma de distancia con los grupos de tipo Oi que han acabado metiéndose los unos con los otros, en vez de meterse ciontra los ricos, y pidiendo apoyo a nuestros muchachos en Atlántico sur (Guerra de las Malvinas) y votando a los laboristas. Los Apostles y los Anti Social Worker enganchan con la guerra contra los ricos y buscan posibilidades reales de sacar la rabia y la frustrción del show y llevarla a las calles, mandando a tomar por un saco de una vez por todas los rituales de mierda que nos prentenden vender como placenteros.

El artículo acaba citando una letra de una canción de los Apostles. Suena como algo sacado de un fanzine punk, si exceptuamos su análisis político y los residuos de teoría Situacionista. Su estílo polémico denota que lo escribió alguien con mas experiencia en agitación contra la autoridad que el típico punk callejero.

En 1984, class War lanzó su "ofensiva de primavera" contra los ricos. La portada de su periódico que anunciba la campaña mostraba un foto de una cacería de zorros con el texto: "Mierda de ricos... vamos por ustedes". Class War se había apuntado al carro de la liberación animal, muy popular entre los anarcopunks, y la cosa resultó un tremendo aumento en la circulación del periódico. Así como las acciones de las retaguardias de las manifestaciones de izquierdas o anarquistas inspiraron acciones como "Stop The City" (Parar la ciudad), Class War estaba ahora empezando campañas propias. En un artículo titulado "Avance de la Feria de Mayo" el grupo infomaba sobre el progreso de su campaña:

La primera acción de la campaña de primavera de Class War la hicimos el 1 de marzo en el hotel Groznevor House. La ocasión nos la dio la celebración del "Baile del Caballo y el Sabueso", cita obligada para todo tipo de debutantes, caciquillos y trepas locales. Y bueno, dado que era un lugar en el que hay que dejarse ver, un intrépido grupo de anarquistas decidió asisitir también (...) Empezaron a aparecer colegas y cuando fuimos unos 40 decidimos que ya éramos bastantes y allá que nos plantamos. Se supone que sólo era una manifestaciñon, no una pelea, así que nos pusimos en la puerta principal con los pasamontañas. Empezamos desplegando una pancarta que decía "Contempla a tus futuros verdugos". No nos gusta jugar con las palabras. pronto empezaron a llegar ricachones con sus sombreritos y sus vestiditos de temporada. Empujones, alguna patada bien situada, escupitajos y alguna que otra colleja bien dada contribuyeron a agriarles la tarde a muchos (...) La ofensiva de primavera de Class War había empezado con un buen pie, nunca mejor dicho.

Pese a su retórica- incitando a sus lectores a "Unirse a la turba anarquista"- las acciones del 84 se hicieron todas sin demasiada gente. Con todo, las ventas del periodico de Class War aumentaron hasta llegar a los 10.000 ejemplares en algunos números, y la reputación del grupo creció al mismo ritmo. La contraportada de Angry 1, un revista producida por un joven escocés, reproducía parte de la cobertura recibida por los medios de prensa:

... un grupo de chiflados políticos que predican un peligroso nuevo credo de violencia anarquista, intentan extender su malvado mensaje entre los mineros, los pacifistas, incluso los jóvenes de las escuelas. Se les puede ver en los piquetes, en las manis de la CND (1) y en las movidas por los derechos de los animales repartiendo su panfleto titulado Class War.

Se trata de una publicción cuyo símbolo es un cráneo y unos huesos cruzados y cuyo mensaje es criminal (...) Se enorgullece de que "Hemos cortado autopistas, destrozado casas de esquiroles y apaleado a mas de un periodista..." . Los objetivos del odio de Class War son las reuniones de los "asquerosos ricachones".

Anima a sus simpatizantes a acudir a eventos como las regatas Henley y los partidos de polo, equipados con pasamontñas y botas para hacer que "a esos bastardos les de un patatús sobre sus cestas de picnic".

El grupo ya ha alarmado a algunos miembros del partido laborista en un mitín en el que intervino Tony Benn (...) La semana pasada el Tribune, periodico de los laboristas, solicitaba una investigación sobre Class War.

Esto es lo que se podía leer en el Sunday people, y en el Guardian:

Class War (...) bajo el titular "Cuidado ricos bstardos", aconseja a aus lectores que la próxima vez que vean a un rico cabrón se dediquen a agobiarle, que le escupan, que le hagan pintadas en sus paredes, que se junten un buen grupo y merodeen todo el tiempo cerca de su casa.

"De que mierda sirve juntar a 250.000 personas para que desfilen como corderos por Londres para acabar escuchando a predicadores de clase media de la CND como Joan Ruddock o Bruce Kent, pidiéndoles que se vayan a casa sin hacer nada. Juntémonos 5.000 y vayamos a Ascot (...) Dejemos que nuestro odio de clase se suelte allí. Que tengan miedo de salir sólos, que les de miedo mostrar los signos de su riqueza, que vivan en estado de sitio encerrados tras las puertas de sus casas y barrios".

Y así durante cuatro páginas más.

En 1985, Class War lanzó su campaña "Métele caña a los ricos". La contraportada que dedicaron a promover en la primera marcha en Londres también informaba a los lectores del origen de la idea:

La idea de las marchas "métele caña a los ricos" no es nada nuevo. Hace exactamente 100 años, el 28 de abril de 1885 estaban pensando lo mismo en Chicago. La anarquista Lucy Parsons pidió a la gente que, de puro desesperada, deseaba morir, que se llevaran a unos cuantos ricos a hacerles compañía, dejando que sus ojos se abrieran a la "marea roja de la destrucción". Los anarquistas organizaron enormes reuniones de más de 20.000 personas de donde salían marchas que iban desde los ghettos de las clases trabajadoras hacia los vecindarios opulentos. Se juntaban por miles fuera de los restaurantes de lujo y de las casas de los mas ricachones con pancartas que decían "contempla a tus futuros verdugos"; los ricos, aterrados, llamaban a la policía y se montaba un escándalo de proporciones (...) La clase obrera de Chicago estaba decidida a llevar la lucha al corazón del territorio enemigo; como lo estamos nosotros, un siglo después.

La marcha "Métele caña a los ricos" del 11 de mayo del 85 fue teatro de guerrilla digno de los dadaistas berlineses: se publicó un informe completo en el periódico Class War:

La policía amenazó con arrestarnos a todos por alteración del orden público y por desfilar con uniformes paramilitares (¡pasamontañas y botas!). la policía y la autoridad de Westminster hicieron lo posible por prohibir la marcha, pero pese a toda esta intimidación tuvimos la mayor marcha anarquista en años. Más de 500 marchamos al bonito barrio de Kensington cantando "Ricos de Mierda" y "Volveremos en un ratito", mientras los ricos nos miraban escondidos tras las cortinas; por lo menos estábamos llevando la realidad del creciente odio de clase hasta sus empeluchadas y protegidas vidas. Fue un hostia estar en una marcha anarquista de una vez, en lugar de tener que ir al culo de una típica manifestación de izquierdas escuchando los tostones de líderes laboristas. Cuando giramos hacia Holland Park Avenue, toda la calle se veia inundada de banderas negras. No hubo ni un arresto, y eso que a los polis les salian espumarajos de la boca cuando nos oian cantar eso de "Ricos bastardos". Ahora tenemos que prepararnos para la próxima regata Henley el 6 de julio. Si nos lo curramos, podemos reunir a mas de 1000 personas ¡haremos que los ricos les venga un infarto sobre sus cestas de picnic en las riveras del Támesis!.

¡ADELANTE; A HENLEY!

Además de proporcionar una de las vistas mas pintorescas de Londres en años, la marcha reveló la composición social de Class War. A la cabeza iba una decena de militantes anarquistas- disfrazados de personas normales y con edades entre los 20 y los 30, que eran los responsables del periodico Class War; detrá seguían varios centenares de punks adolescentes.

Debido a un masiva presencia policial, poca movida se pudo montar en la regata Henley, pero la cobertura de los media fue tanta que Class War pudo valorar la cosa como una victoria en su periódico.

No pudieron decir lo mismo de la "Marcha a Hampstead" del 21 de septiembre del 85. Los manifestantes, otra vez unos 500 punks y la gente de Class War, fueron humillados por la policía. Los policias, que doblaban en número a los manifestantes, sacó a la marcha fuera de la ruta prevista y la metió por calles secundarias. Luego la detuvo durante mas de una hora bloqueando cualquier movimiento. Como humillación final, les dijieron que iban a detener a varios miembros y les hicieron salir de uno en uno entre dos filas de polis uniformados, siendo así dispersados.

Este fracaso llevó a una considerable discusión en el grupo sobre como continuar con la campaña. Los elementos mas extremistas sugerían una marcha "Métele caña a los ricos" por el oeste de Belfast y una "Harry Roberts Memorial March" por el oeste de Londres. Ambas propuestas conllevaban considerable riesgo. Una acción en Belfast posiblemente cabrearía a los dos bandos implicados en la guerra civil y la cosa podía acabar bastante mal. La otra marcha en recuerdo de un matapolicias, era una invitación abierta a la represión. Ambas opciones se rechazaron. La campaña "Métele caña a los ricos" tuvo un final sin pena ni gloria tras una marcha en Bristol, el 30 de noviembre de 1985.

Como grupo que suponía un seria amenaza política, la credibilidd de Class War estaba a punto de colapsar.

Sin embargo, con un golpe de suerte, los medios de comunicación atribuyeron a Class War un papel importante en las revueltas de Brixton y Tottenham ese mismo otoño. En verdad, el grupo no contaba con mas de 20 miembros en Londres por aquel entonces y por supuesto, no jugó ningún papel en las revueltas, por mucho que un puñado de simpatizantes lograga meterse en un jaleo cuando ya estaba el lío armado. Pese a este refuerzo a su credibilidad, la gente de la casa de Islington abandonó el grupo poco después.

Después de esto Class War perdió su empuje anterior y fue ya difícil distinguirlo de cualquier grupo anarquista corriente. Pese a la cobertura que obtuvo de los medios, su campaña contra la "yupificación" del East End de Londres fue del todo inefectiva. El grupo intentó ampiar su base, de los punks a gente trabajadora normal. Relanzaron su periódico, pero les faltaba el estílo que les había hecho diferente y desde luego, fracasaron a la hora de conseguir una base mas amplia. El periódico, con un nuevo look, introdujo secciones especiales dedicadas al escándalo, pop, sexo o deportes, y acabó teniendo un aire paternalista. Mientras tanto, los sagaces medias ignoraban este cambio de dirección de Class War y seguían mostrando historias chocantes sobre sus tácticas terroristas.

Tras la segunda oleada de éxitos de sus campañas de agitación, Class War cayó en los clásicos errores de algunos grupos anarquistas. Aquellos que siguieron con el grupo demostraron ser víctimas de su propio juego: Class War había manipulado a los medios de comunicación y había conseguido hacer llegar las ideas anarquistas mas extremas al público general; pero, llegados ahí, el grupo rechazó ideas que hubieran situado al público ante algo mucho mas inquietante. Una vez se vieron incapaces de organizar marchas a través de Belfast o de recuerdo al matapolis, lo suyo hubiera sido disolverse. Sin embargo, intentaron infructuosamente ampliar su base, algo que los medios estaban, desde luego, dispuestos a impedir, en el caso de que el grupo hubiera sido capaz de intentarlo con un mínimo de acierto. Abandonaron la rabia satírica que en sus mejores momentos había animado a los movimientos dadaistas, situacionistas o punks. El enfoque populista con que la reemplazaron llegó a grados inmensos de sentimentalismo.

Asumiendo su estatuto de pequeño grupo, Class War advirtió que la mejor manera de hacer llegar sus posiciones al público general era recurriendo a los estereotipos culturales y - una vez que se los hubiera alterado convenientemente- colámdolos en los medios de masas. Por estas razones, Class War estaba tan implicado en la "cultura" - en su sentido mas amplio- como en política. Se inspiraron a partir de tres fuentes: la cultura de la clase obrera británica, el punk y la tradición del comunismo revolucionario y el anarquismo. Class War estaba pensado para marear a los periodistas y los consiguió bastante bien. Las tácticas usadas se copiaron de las historias de los punks y los anarquistas. Básicamente cualquier cosa que los medios de masas consideraban malvado era glorificado por Class War. Los medios retrataban a la clase obrera como violenta, así que Class War - siguiendo los pasos del punk- exageró esta imagen (aun cuando precisando que esta violencia iba diigida contra la poli o contra los ricos). La cobertura que los medios hicieron tanto del punk como de Class War se centraba en su actitud sobrada contra los ricos y el establishment (particularmente la familia real). Cuando Class War sacó el disco Better Dead than Wed [Mejor muertos que casados] (Mortarhate Records, Londres 1986) para celebrar la bodadel príncipe Andrew, todo fue como en la ocasión del disco antijubileo de los Sex Pistols (exceptuando desde luego que la relación con el ocio popular en Class War no era tan fuerte como en los Sex Pistols).

Tanto el punk como Class War enfatizaron la energía y la agresión como virtudes de la franca y clara cultura de la clase obrera. Se forzaba el contraste con la moderación educada de las clases medias y altas, que decían una cosa siempre que querían decir la contraria.
Muy poco movimientos han tenido una cultura (obrera) tan plenamente articulada y concientemente antagonista como el punk y Class War.


(1) Campaign for Nuclear Disarm, campaña por el desarme nuclear.



1 comentario:

Naufrago dijo...

Hola panas... que bien que siga adelante la cultura del fanzine. En Caracas estamos iniciando con uno, y tenemo sun blog sólo como extension del papel. Pueden verlo en http://exiliointeriorzine.blogspot.com