20/9/08

SOBRE LA OKUPACION.... romper mitos, asaltar ciudades



La okupación no es algo estático, existen miles de razones por las cuales las casas o los terrenos se okupan y los fines que se les dan quedan a manos de los implicados. Es un poco tonto englobar la funcionalidad de las okupaciones en uno o dos objetivos de tipo político para de esa manera hacer
concenso y transformarlas en el dogma inutil de la inserción social. Da lo mismo si una casa se okupa con fines sociales o solamente de vivienda, da lo mismo si muchos o pocos trabajan en un lugar okupado o si se colectiviza hasta el aire o la
comodidad personal.

La okupación es una herramienta para enfrentar al sistema, es la acción de negar la propiedad privada y negar también los cánones de comodidad que impone la sociedad del bienestar
(que las casas deben ser bonitas, ordenadas y arregladas para dar una buena impresión), cada cual sabe como quiere desarrollar sus luchas y cada cual sabe con quien quiere vivir o qué hacer en un espacio okupado, para eso se está okupando.
Pareciera que en estos últimos tiempos toda la gente que okupa casas está más preocupada de mantener una buena imagen con el resto de la sociedad que de enfrentarse con ella y sus vicios y realidades, y es extraño, pues la okupación se trata siempre de hacer valer los deseos propios por sobre los de la sociedad y en este plano quienes prefieren hacer el sacrificio del luchador social que vela por la simpatía del hombre o mujer común están cayendo en el juego de dar una buena imagen o demostrar lo bueno que eres para que cuando te llegue el desalojo los vecinos digan "apoyemos a los anarquistas"; ilusos por cierto, los vecinos no hacen nada por nadie y si te apoyan es de meras palabras y nunca sacrificarían su propio sitial por tender la mano.

La okupación tampoco es un capricho al que puedas sumarte por el solo hecho de que compartes una que otra postura con los okupantes, de hecho, siempre se debe tener en cuenta que la afinidad priva por sobre cualquier otra cosa, y que en realidad si tienes deseo de participar de una okupación, okupa tú una casa que ganas y casas siempre sobran, y no esperes que por anarquista todxs tengan que reaccionar de la misma forma ante tus ofrecimientos, no cualquiera es compañero por mucho que se concuerde en las ideas, lxs compañerxs se ven en otras situaciones, en otros momentos y de ellxs te afirmas por un lazo de amistad y cercanía y no porque coincidamos en una u otra forma teórica, que las teorías ya están mas que putrefactas.

La necesidad o el deseo de un espacio para el desarrollo activista político o personal, o un simple lugar de reuniones o un lugar para juntarse con lxs colegas, que mas da. La okupación no se guía por una ideoloíga o manual de acción determinados, no es ni el fin de una lucha ni el principio de nada nuevo, es sólo la negación de la propiedad privada y mientras se mantenga dentro de la ilegalidad, puede dirigirse hacia donde los implicadxs quieran hacerlo, y eso de que una okupación debe ser intrinsicamente social, sacrificando incluso el deseo personal de como se hacen las cosas pareciera ser algo marxista mas que anarquista o libertario, ya que es englobarlo todo en función de "la idea", y una "idea" bastante asistencialista por cierto.

Las okupas no pueden ser legales, pierden completamente su contenido. Cualquier atisbo de legalidad acabaría finalmente transformando la idea original de quiebre con la propiedad en un simple comodato legal que pondría fin a cualquier potencialidad de ataque real al sistema que contenga un espacio, para okupar lo único que hay que tener claro es que no se tranza ni con la ley ni se aceptan los subsidios de nadie, que la okupación nace de la necesidad y nuestras necesidades son mas reales que cualquier otro proyecto "cultural".

No se trata de arremeter contra el trabajo de los Centros Sociales, ya que desde aca ya hemos participado en ellos y conocemos muy bien de que se tratan, las cosas buenas y las experiencias que se logran cuando estas con gente que, de una u otra forma se apoya, pero también conocemos las cosas malas de los espacios demasiado abiertos, son inseguros y coartan muchas de las pequeñas libertades personales conseguidas tras la okupación, se sacrifica el gusto personal por el recibir a la gente y poco mas que atenderla, se gastan energías en actividades de fin social mientras el trabajo individual o de afinidad va perdiendo su forma para terminar siendo conocido por todxs, se hacen públicas todas tus acciones, se te niegan los instantes de tranquilidad y soledad, el trato constante con demasiada gente hace que a las finales a ninguna la conozcas bien y que te sea mas difícil confiar en otrxs, lo que debiera ser un espacio para el ataque se termina convirtiendo en un centro de faranduleo y comidillo sobre personas que no están presentes o en un punto de encuentro para gente que no se sabe si realmente estan comprometidas con un espacio o solo les gusta una casa porque "no hay reglas".

Okupar es robar, es intervenir la ciudad.

La okupación no es una finalidad, es una simple herramienta para enfrentarte a la sociedad. Okupar no es la solución a la casa propia, no es nada que esté determinado, la okupación es un pequeño asalto a la ciudad, es la apropiación de aquello dejado a manos de la especulación privada. Okupar una casa es un acto de enfrentamiento, abrirla o cerrarla queda a manos de quienes la okupan y su extensión es necesaria siempre, y quien tenga proyectos de okupación a cumplir pues que se apoye en quienes confía y se lance, que ya para cahuines y caprichos tenemos la televisión.

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